Desde la conflictiva región de Oriente Medio hasta Japón (uno de los países más desarrollados del mundo), pasando por las paradisíacas playas de Tailandia o Indonesia, se encuentra un continente lleno de contrastes, el más grande y poblado del mundo: Asia.
Hace ya tiempo que quiero publicar un artículo recopilatorio sobre el continente asiático (lo amo), y después de hacer trabajo de hormiguita durante meses contactando con grandes viajeros, aquí está este post con los rincones, lugares y regiones más sorprendentes para cada uno de ellos.
Muchos de los colaboradores son peces gordos del blogging de viajes, otros lo son en otros sectores, pero ante todo, son grandes viajeros.
Antes de empezar, quiero agradecer de corazón a todos los que lo hicieron posible 🙂
Reconozco que estoy contento porque hay muchos países, algunos muy remotos.
También es cierto que Asia es un continente inabarcable, sobretodo teniendo en cuenta la cantidad de exrepúblicas soviéticas de Asia central, prácticamente desconocidas incluso para el viajero empedernido (aunque como verás aparece más de una).
Pero bueno, al grano que me voy por las ramas. ¡Vamos allá! 😀
[bctt tweet=»41 rincones de Asia recomendados por 41 grandes viajeros que no deberías perderte»]
1.- Amritsar, India
Una de nuestras sorpresas en Asia fue la espiritual ciudad de Amritsar, muchas veces olvidada en las rutas por la India.
Situada en la región norte del Punjab y fronteriza con Pakistán, esta ciudad es la cuna del sijismo en todo el mundo. Como principal reclamo tanto para los turistas como para los seguidores de esta religión, aquí se encuentra el maravilloso Templo Dorado rodeado por el lado sagrado y conocido lugar de peregrinación.
La amabilidad y filosofía de los sij hizo que nos encandilara este lugar como uno de los mejores del país, donde la cooperación y la solidaridad hacen que uno pueda dormir y alimentarse en el interior del templo.
La rica gastronomía punjabi y la ceremonia de cierre de frontera entre India y Pakistán en Atari, son otros de los atractivos de esta ciudad.
Robert y Ely – Con Arena en la Mochila
2.- Wolpo-ri, Corea del Sur
Una de las cosas que más me gusta cuando viajo es llegar a esos lugares donde no hay turistas. Son sitios donde nunca llegarías en un viaje organizado. Lugares que te encuentras por el camino, sin tener nada planificado y que sólo se necesita tiempo y paciencia para llegar.
En mi último viaje por el mundo en bicicleta tuve bastante de los dos.
Desde Europa hasta Asia pasé por lugares maravillosos. Uno de los países que más me gustó fue Corea del Sur. Es un lugar perfecto para ir en bici, con gente maravillosa que te ayuda y te lo da todo. Puedes acampar donde quieras, en parques, en la montaña, en la playa. Nadie te dice nada.
Tras seis días de ruta por la costa este surcoreana, llegué al pueblo costero de Wolpo-ri, donde me encontré con esta casita con vistas al mar. En ella estuve un par de días y realmente es la foto que mas buen rollo me da de todo mi viaje. Tuve aseos, ducha, luna llena y roja, lluvia, el sonido del mar, tranquilidad, alguna cerveza y todo al increíble precio de nada. Sólo sonrisas, muchas, porque en Corea del Sur hasta la policía te sonríe.
En Corea estuve 3 meses y una parte de mí se quedó por esas tierras. Luego seguí por Japón pero ya no fue lo mismo. Es difícil superar tanta amabilidad y tantas sonrisas.
Sergio Pascual – Spai Trip
3.- El Nido, Palawan, Filipinas
Suena música chill-out, todo el mundo mira hacia el oeste, unos beben cerveza, otros comen un pincho de tortilla o croquetas, se escucha hablar español. No es Café del Mar en Ibiza, es República Sunset Bar en el Nido, Filipinas.
El sol está muy cerquita del horizonte. El Dj cambia a música clásica. Me giro y veo a la chica que tengo junto a mí, está llorando, por la belleza del momento, no es la única. Yo tengo los pelos de punta, es el atardecer más bonito que he vivido en mi vida, y he visto unos cuantos.
Este país ex-colonia española es la combinación perfecta entre la amabilidad de los asiáticos y el calor de los latinos. Palawan fue elegida la mejor isla del mundo en 2013 por la revista Travel and Leisure.
El Nido está en su mejor momento, lejos del turismo masificado. Los filipinos te harán sentir como en casa pero a 12.000 kilómetros. Además hay una pequeña comunidad de españoles. Yo llevaba ya 6 meses de viaje por Asia y cuando llegué me sentí en familia, no se si lloré por la tortilla de patatas, por la gente tan buena, o por la vista.
Fransisco Fortuño – El Síndrome de la Mochila
4.- Viaducto de Gokteik, Myanmar
No voy a hablar de un lugar de Myanmar, sino de un viaducto. Subirte al tren (vídeo) que une Mandalay con Lashio es toda una experiencia en sí misma, a la que bien vale la pena dedicarle un día de viaje y madrugar, pues el tren sale desde Mandalay a las 4 de la mañana.
Te montas en tu vagón y te sientas en un banco de madera, al lado de una ventana sin cristal por la que se cuelan todas las hojas y un frío que pela. No hay turistas en esa clase, sólo locales debajo de tupidas mantas, que llevan con ellos comida, provisiones, soldados con su munición y hasta pollos vivos. Todos te sonríen, aunque no te entiendan, algo que te enamora.
En las estaciones suben mujeres cubiertas de thanaka a vender tentempiés. 7 horas después de partir, se acerca el momento cumbre del viaje: ese tren (con todos sus pintorescos pasajeros) se dispone a cruzar el puente más alto de Myanmar, y en el momento de su construcción en 1900, el más grande del mundo con 689 m de largo y 102 de alto.
Por un momento te transportas a Los días de Birmania que describe George Orwell. El tren se ralentiza y todos aguantan la respiración al escuchar los primeros crujidos de la estructura. Metro a metro y sin prisa va avanzando por el puente, construido sobre un precioso paisaje verde. ¡No apto para gente con vértigo! Si te decides a ir, siéntate en el lado izquierdo del vagón.
Sara Terrones – Viajar lo cura todo
5.- Golden Gai en Shinjuku, Tokyo, Japón
Mi primer contacto con Japón fue saliendo de la estación de Shibuya. Abrumados por el gentío, las luces y la infinidad de sonidos, decidimos hacer un alto en el primer bar que encontrásemos de camino a nuestro ryokan.
Nos metimos en un lugar delicioso. Un pequeño establecimiento con una barra de metro y medio. Nosotros cuatro llenábamos el sitio. La amabilidad del matrimonio japonés que nos atendió nos dejó maravillados. Animados por el sake compartimos aventuras y viajes, y nos conocimos un poco más.
No volví a tener una experiencia semejante hasta que descubrimos el Golden Gai. Situado en el barrio de Shinjuku, curiosamente no parece un lugar muy popular entre la gente local. Se trata de una pequeña zona de estrechísimas calles donde sólo hay bares minúsculos con una decoración muy sorprendente. Son tan pequeños que en 6 calles hay hasta 200. Multitud de carteles se agolpan en las ventanas, casi acariciándose con los de la fachada de enfrente.
La decoración exterior no abunda, pero es que lo mejor está dentro. Allí encontrarás por ejemplo el Nana, un rincón flamenco donde podrás observar asombrado como cantan y bailan sevillanas unas japonesas que se han tenido que aprender la letra de memoria porque no hablan español. El Golden Gai emana tranquilidad y compañerismo.
Harás amigos, y saldrás de allí con ganas de conocer un poco más los entresijos de la vida en Japón.
Pau Navarro – Habilidad Social
6.- Ceilán, Sri Lanka
Una de las regiones que más me gustaron en mi reciente viaje a Sri Lanka fue la de Ceilán, conocida en el mundo entero por el buenísimo té que aquí se cultiva.
Sri Lanka es una isla tropical, paradisíaca, por lo que sorprende aún más encontrarse con estas altas montañas, cascadas entre las montañas, los campos de cultivo en escalera, ¡y frío! Estar a 2.000 metros de altura es lo que tiene.
Además del té, en Ceilán también puedes visitar parques nacionales, como Horton Planes, donde se encuentra el fin del mundo, y si tienes mucha suerte, incluso encontrarte con un leopardo.
Víctor Gómez – Machbel
7.- Singapur
Fotografía: Shutterstock.
Uno de los lugares que más me ha sorprendido en Asia ha sido Singapur, quizás fue así porque no me esperaba encontrar un lugar tan amplio, limpio, ordenado y perfecto.
Realmente este lugar rompía mis esquemas sobre la visión de Asia. Singapur me pareció un mundo perfecto donde a pesar de que cada 50 metros te anuncian con cartelas «tirar chicle multa de…», «hacer tal cosa multa de…», su población y turistas lo cumplen a raja tabla! Ningún grito, ni un papel en el suelo, simplemente se respira paz en el ambiente.
A parte de la perfección del lugar, la zona nueva de Singapur es preciosa, tiene un inmenso paseo dónde disfrutar de cafeterías y magníficas vistas al skyline y al famoso edificio Marina Bay Sands. No te puedes perder el espectáculo de luces y sonido de la zona por las noches.
Si buscas un toque más asiático recomiendo visitar Little India, da la sensación de que te has transportado a otro lugar. Además tuve la suerte de colarme en una boda! Una experiencia única.
Por último, si te gusta el turismo de playa, dirígete a Sentosa, disfrutarás de playas paradisiacas y atracciones cargadas de adrenalina! Singapur me conquistó hasta tal punto que aquel día me plantee a mi misma que no me importaría vivir allí durante una temporada!
Verónica y Jesús – Vero4travel.
8.- Bután
Viajar a Bután es algo que recomendamos a todo el mundo que busque algo diferente. Sin duda es uno de los viajes que más nos ha sorprendido y asistir a uno de sus tsechus en uno de sus templos budistas ha sido una de las experiencias viajeras más auténticas que hemos tenido la suerte de vivir.
Un país aislado entre ochomiles, en el que la población sigue vistiendo su ropa tradicional, donde no saben qué es la pasta italiana y un día puedes saludar al primer ministro y al jefe de la oposición que te explicará cómo practicar el deporte nacional: el tiro con arco. Eso sólo pasa en Bután.
Sara y JAAC – Salta Conmigo
9.- Provincia del Trat, Tailandia
«Tailandia se ha vuelto demasiado turístico”. Esta frase se repite mucho entre los viajeros en este país del sureste asiático, que seguramente nunca visitaron la provincia de Trat.
Esta región situada junto a la frontera de Camboya no ha visto la fiebre del desarrollo turístico, sino que más bien aquellos que se acercaban hasta aquí, lo hacían para poder trabajar en las antiguas minas de piedras preciosas y no por motivos lúdicos.
Ahora sus habitantes tienen la convicción de que no merece la pena cambiar sus mercados de comestibles por tiendas de souvenirs o discotecas que poco tienen que ver con su cultura, excepto por la isla de Ko Chang, que sí que es un destino mochilero pero sin llegar a masificarse.
Algunas de las pequeñas comunidades distribuidas por el territorio realizan programas de ecoturismo, para recibir visitas a pequeña escala y no tener que modificar el entorno de bosques y manglares. También es un gran lugar para relajarse en una playa de postal.
Sólo tienes que escoger alguna de las más de 50 islas que se distribuyen por el Parque Nacional Mu Ko Chang: las más populares después de Ko Chang son Ko Koot, Ko Maak y Ko Wai.
Inés Fernández – Mis viajes por ahí
10.- Lago Toba, Sumatra, Indonesia
Mi rinconcito sería todo el oeste de la isla de Sumatra, Indonesia, pero como es un rincón bastante grande, diré que mi rinconcito del mundo está en la isla Samosir, sobre el lago Toba.
El Danau Toba, o lago Toba, es el lago más grande del mundo situado en un cráter y fue originado tras una erupción supervolcánica. Si ya su origen, su localización y su belleza hacen a este sitio especial, conducir una moto alquilada a lo largo de la isla Samosir y compartir sonrisas con la gente que la habita es maravilloso. Y es que el lago Toba es un lugar lleno de gente bonita por fuera y por dentro.
Un rincón del mundo perfecto para descansar, beber Tuak con los locales que no tardarán en integrarte y olvidarte del mundo. Así que ya sabéis, si un día me pierdo, buscadme allí.
Patricia Jiménez – Dejarlo todo e irse
11.- Jerusalén, Israel y Palestina
Una vez leímos que “hay ciudades con más o menos historia que otras, y después está Jerusalén”. Creemos que no hay palabras que mejor definan a esta ciudad y es que adentrarse en ella es adentrarse en la historia de la mejor mano que pudieses encontrar.
Dejando atrás cualquier análisis político o religioso, Jerusalén significó para nosotros un antes y un después en nuestros viajes. Es una ciudad con tanto que ofrecer que pasaríamos meses y meses sin cansarnos de pasear por sus calles, empapándonos de una energía que pocas veces hemos sentido en cualquier otro lugar del mundo.
Disfrutar de lugares con tanta historia como el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones o la Explanada de las Mezquitas es sin lugar a dudas una de las experiencias más interesantes que se pueden vivir como viajero.
Vanessa y Roger – Viajeros Callejeros
12.- Ciudad romana de Jerash, Jordania
Jerash fue una de las 10 ciudades romanas más importantes en la época de Alejandro Magno. Situada a unos 53 km de la capital de Jordania tuvo una relevancia histórica en el comercio de la zona siendo, hoy en día, una de las ciudades romanas mejor conservadas en Oriente Próximo.
En el anfiteatro de la ciudad (capaz de albergar hasta 3.000 persona) la acústica es impresionante siendo posible imaginarte los espectáculos como si de un habitante venido del pasado se tratara. Pero en el anfiteatro no acaban las sorpresas. A pocos metros nos encontramos con la Plaza Oval, una plaza elíptica en perfecto estado de conservación que está perfectamente rodeada de una columnata jónica del siglo I antes de Cristo y cuya función era ser utilizada como centro social y de diversión.
Las palabras se quedan cortas para describir la belleza de Jerash. Se demuestra una vez más que Jordania no es solo Petra y el desierto del Wadi Rum y Jerash sigue ahí para recordárnoslo.
Yolanda y Marcos – La Gaveta Voladora
13.- Capadocia, Turquía
No hay quien haya ido a este fantástico país y no se haya enamorado de la magia turca. En este caso, quiero llevarte hasta la Anatolia Central, donde encontramos uno de esos lugares especiales en el mundo, la Capadocia.
El origen de la Capadocia se debe a erupciones volcánicas de hace millones de años junto con la posterior erosión del agua y del viento, que han creado auténticos paisajes lunares. Las formaciones geológicas de esta región son únicas y de las más curiosas del planeta.
La sensación al adentrarte en alguno de sus valles, como el Valle de Pasabag, repletos de las conocidas chimeneas de hadas, es como estar inmerso en un decorado de película. Lo curioso de estas chimeneas, Patrimonio de la Humanidad, es que hay personas que todavía habitan en ellas.
El espectáculo no solo está en sus caprichosas formas rocosas de la superficie. Levantando la vista verás cientos de globos llenando el cielo de colores con pasajeros que quieren disfrutar desde las alturas de un entorno único en el mundo.
Por si fuera poco, en esta región hay más de 30 grandes ciudades subterráneas. Si no tienes claustrofobia, visitar alguna de ellas también es una gran experiencia.
Carlos y Cristina – Dos Mochilas en Ruta
14.- Sao Beach, Phu Quoc, Vietnam
Phu Quoc es una isla al sur de Vietnam cerca de la frontera con Camboya, con aguas turquesas, playas vírgenes y muy poco turismo.
Están empezando a explotar la isla, por lo que recomendamos ir cuanto antes para poder disfrutar de ella al 110%. Aunque todavía les quedaba bastante para ser una isla muy turística en abril del 2014.
Había una carretera en construcción que cruzaba la isla, pero para ir a las playas y los pueblos aún debías pasar por carreteras maltrechas, selva y cruzar algún río en una balsa con tu moto y decenas de personas en bici o andando.
Coger una moto y perderte por sus pueblos de pescadores, aldeas, y playas increíbles donde estás tú solo es algo que no podremos olvidar, un sitio perfecto para desconectar y vivir durante unos días con la gente local, amable y dispuesta siempre a conversar contigo aunque no sepan nada de inglés.
En algunos pueblos todavía se sorprendían al ver dos extranjeros y fue el lugar de Vietnam donde más fotos nos pidieron hacernos.
Tres recuerdos imborrables: las miles de mariposas que nos cruzamos cuando íbamos con la moto por la costa (se metían por el casco y la camisa), una de las mejores playas del mundo para nosotros, Sao Beach, y las magníficas puestas de sol.
Mónica y Sergio – Coaching Viajero
15.- Sichuan, China
Viajar a cualquier parte de China es una experiencia que recomendamos a cualquier viajero medianamente curtido. Quizá no es el destino ideal para salir por primera vez de casa, pero sin duda es un país apasionante si buscas algo de emoción en tu viaje.
El día a día de una ruta por China es intenso y requiere paciencia, pero a menudo se ve premiado con lugares espectaculares. Si tuviéramos que recomendar una región en especial, quizá sería Sichuan. De allí trajimos algunos de nuestros mejores recuerdos, como la visita a la Chengdu Research Base of Giant Panda, donde tuvimos ocasión de ver cómo cuidan de los preciosos Osos Panda.
También la excursión al monte Emei, donde pudimos ver el impresionante Buda Gigante de Leshan, con sus 71 metros de altura. Eso sí, no pudimos ver el Parque Nacional de Jiuzhaigou (Patrimonio de la Humanidad), así que nosotros ya tenemos una buena excusa para volver.
Lupe y Pruden – Los Apuntes del Viajero
16.- Parque Natural de Jiuzhaigou, China
China nos atrapó durante prácticamente 2 meses. No mucho, teniendo en cuenta que es el tercer país más grande del mundo, pero si lo suficiente como para poder descubrir lugares alucinantes que suelen quedarse fuera de las rutas turísticas convencionales.
Uno de los rincones que más nos marcó fue el Parque Natural de Jiuzhaigou situado al norte de la provincia de Sichuan al que llegamos después de 10 horas en bus desde Chengdú, la capital de la provincia. Jiuzhaigou, que quiere decir valle de las 9 aldeas, es un precioso valle formado por montañas (algunas de más de 4.000 metros de altura), ríos, cascadas y lagos de aguas cristalinas.
En 1992 la Unesco declaró el lugar Patrimonio de la Humanidad y en el 97, reserva de la Biosfera, así que sabíamos que no íbamos a ver algo feo pero lo realidad acabó superando, y mucho, nuestras expectativas. El lugar es sencillamente impresionante y su belleza natural casi, bueno no, mejor sin el casi, insultante.
Sus lagos, de colores imposibles, te sacarán más de un “guauu!” y sus saltos de agua y cascadas te dejarán sin palabras. Para nosotros uno de esos lugares que debe verse al menos una vez en la vida 😉
Silvia y Carles – Un Cambio de Aires
17.- Templos de Angkor, Siem Reap, Camboya
Asia tiene muchos rincones mágicos que te hacen suspirar y disfrutar de su naturaleza y encanto, yo me deleité con muchos de esos lugares en nuestro paso por este lado del mundo en el 2014. Sin embargo, una zona que me sorprendió muchísimo fueron los Templos de Angkor que se encuentran en la ciudad de Siem Reap en Camboya.
El lugar donde se ubica Angkor conserva lo que en la época de esplendor alojó las capitales del Imperio Jemer. Su buen estado de conservación, a pesar de la cantidad de siglos que tiene estos monumentos, es impresionante.
Todo el parque está rodeado de árboles con muchísimos años e historias, por lo cual no deja de ser alucinante caminar por la ciudad que los árboles han invadido o “comido” y descubrir cómo intentan conservar, parejo, el paso de la naturaleza y las estructuras. Toda una obra de ingeniería actual.
Además cuando estás allí, a pesar de la cantidad de gente que ves (es un lugar muy turístico), sientes una paz increíble porque hay mucho por donde perderse y quedarse completamente solo.
Cuando estás en Angkor no buscas “la foto perfecta”, si no sentir el lugar y eso al viajar es pura magia.
Diana Garcés – Traviajar
18.- Miyajima, Japón
Desde el momento que aquel ferry rápido procedente de Hiroshima nos dejaba en el muelle, éramos conscientes del lugar mágico en el que estábamos entrando.
Los turistas abandonaban la Isla de Miyajima a estas horas de la tarde y dejaban el protagonismo a los que nos quedábamos a dormir, a muchos intrépidos ciervos «come-mapas» y a una atmósfera que respira un misticismo especial, un halo de esos lugares del planeta que detienen el tiempo y embrujan a cualquier viajero. !Nos encantó!
Isaac y Paula – Chavetas
19.- Dubai, Emitatos Árabes Unidos
En ella puedes disfrutar desde una de las ciudades más sorprendentes y modernas del mundo hasta el desierto más insólito e inimaginable.
¿Aún no la conoces?
Sergio y Elisabeth – Andorreando por el Mundo
20.- Urfa (Şanlıurfa), Turquía
No recuerdo por qué decidimos parar en Urfa, pero la idea era recorrer durante el día, pasar la noche y seguir camino. Apenas llegamos y caminamos unas cuadras, nos dimos cuenta que eso no iba a ser posible: en pocos minutos nos habíamos enamorado de ese lugar.
Urfa está en el sureste de Turquía, y su población urbana es principalmente kurda. Esa diferencia fue la que nos hizo querer quedarnos: estábamos sorprendidas por la amabilidad de la gente, que desató todos los pequeños lindos momentos: que la gente nos hable espontáneamente (como aquella chica que nos contó que se iba a casar o aquel otro que parecía Jhonny Dep), sentarnos a conversar con los señores que vendían tabaco, ir caminando por un mercado mientras comía y que un señor me invite a sentarme a su lado y me convide a té, que unos chicos nos hablen en el mercado y se transformen en nuestros host, que nos lleven a probar comida típica…
Uno de los lugares que con más cariño recuerdo de mi viaje.
Nati Bainotti – Mi vida en una mochila
21.- Luang Prabang – Laos
Considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Luang Prabang está enmarcada por verdes colinas y por los ríos Mekong y Nam Khane en la zona centro-norte de Laos.
La ciudad dorada, como se la conoce, se mueve al ritmo de un pueblo con tradiciones milenarias, con gente sonriente y centenares de monjes de cabeza rapada y túnicas de color anaranjado que cada mañana recorren descalzos las somnolientas calles añadiendo un toque místico a la sagrada ciudad.
Los más de 30 templos, los monasterios y palacios contrastan y enriquecen la arquitectura colonial y hacen de este rincón laosiano el lugar ideal para desconectar unos días del bullicio del resto de ciudades Asiáticas.
Uno de mis sitios favoritos es el templo That Chomsi en la cima de la colina Phu Si, al que se accede tras subir 330 escalones entre espesa vegetación y desde donde se obtienen increíbles vistas panorámicas.
No muy lejos de allí –a 30km- se encuentran las cataratas de Kuang Si donde una puede refrescarse tomando un baño en las turquesas aguas y descansar en la más espléndida naturaleza.
Vero Boned – Sinmapa
22.-Varanasi, India
Varanasi se despierta antes del alba, sus calles empiezan a cobrar vida cuando aún la oscuridad reina en ellas, y es que los peregrinos quieren llegar al Ganges, al río que nació de los cabellos del díos Siva, antes de que el sol aparezca en el horizonte frente a esos ghats a los que cientos de fieles acuden cada mañana portando en sus manos ofrendas de flores y en su labios rezos a la diosa Ganga.
En la orilla del río se escuchan campanas y cánticos, huele a flores, a incienso, pero también hay humo, el de los crematorios. La vida y la muerte se dan la mano en Varanasi, comparten las aguas del río sagrado ante los ojos curiosos de decenas de viajeros que montados en barcas observan incrédulos lo que ocurre ante sus ojos.
De esta ciudad te marchas deseando no volver o dejando en ella un pedazo de alma… Yo tengo que regresar a por el mío.
Cristina – Kris por el mundo
23.- Komodo, Indonesia
No es nada fácil encontrar un lugar alrededor del mundo donde no sabrías expresar si te ha sorprendido más lo que su fondo marino esconde o lo que depara la superficie.
El Parque Nacional de Komodo es el ejemplo perfecto. Bucear con mantas raya de tamaño descomunal, navegar entre sus islas vírgenes, disfrutar de paisajes con unas panorámicas de película, subir a lo alto de una colina para contemplar amaneceres y atardeceres que quitan el sentido o descubrir en libertad animales salvajes que nunca antes habías podido ver en primera persona, como el famoso Dragón de Komodo.
Con razón ha sido declarado una de las 7 maravillas naturales del mundo. ¿Qué más se puede pedir?
Javier de la Cruz – Mi Aventura Viajando
24.- Astaná, Kazajistán
Seguramente Kazajistán es un país que pasa desapercibido para muchos y eso que es el noveno más grande del mundo. Recién en el último tiempo comenzó a entrar en consideración de varios aventureros dispuestos a recorrer la ruta de la seda.
Mismo su identidad como país empezó a gestarse con más fuerza a partir de 1991, cuando se disuelve la URSS. Es un país de mayorías nómadas que comenzaron a asentarse en las ciudades desde hace no mucho, cuándo estas comenzaron a ofrecer más oportunidades.
En nuestra estadía en Astaná, la capital, nos alojamos en un hostel. Para nuestra sorpresa todos nuestros compañeros eran kazajos que venían a buscar mejores oportunidades a la ciudad. Astaná, es una ciudad que crece al ritmo de los barriles de petróleo y dónde el lujo, los edificios estrafalarios y las luces se mezclan con los campamentos de los nómades que habitan el resto del despoblado país.
Kazajistán tiene influencia rusa y otomana, las mezquitas coinciden con las iglesias ortodoxas y con tiendas de alta moda. En Astaná todo parece superponerse en una capital que nada tiene que ver con el resto de Asia Central. Los mercados se reemplazan por centros comerciales de más de 5 pisos y los típicos platos locales dejá lugar a los locales de comida rápida. Kazajistán es, sin duda, un curioso destino.
Lucas y Ludmila – Mochilas en Viaje
25.- Muang Ngoi, Laos
Este pequeño pueblo tiene algo especial que hace que cualquier viajero que llegue allí, no quiera marchar. Está situado al norte de Laos y la única manera de llegar a él es en barca, habiendo una sola salida y llegada al día, así que si vas, al menos te quedarás una noche. Pero querrás más…
Las montañas que le rodean, el río, los arrozales, la sonrisa de la gente, los niños jugando y un largo etcétera convierten el lugar en especial. Desde allí puedes hacer largas caminatas entre arrozales y montañas, pescar, jugar con los niños,… o simplemente deambular por el pequeño pueblo, pararte a charlas con cualquier vecino o descansar en uno de los sencillos hoteles que están en la orilla.
Muagn Ngoi es uno de los lugares en los que más me he sentido en paz, donde nada más llegar parece que las cosas fluyen y las prisas desaparecen por completo.
Sabela Montero – Viajando, Imágenes y Sensaciones
26.- Siargao, Filipinas
Viajo por el mundo sin billete de vuelta pero cuando pisé Siargao pensé que mi vida nómada podría acabarse en un sitio como ese. Filipinas es mi segunda casa y, tras haberla explorado de norte a sur, nunca imaginé que pudiese enamorarme tanto de un lugar como lo hice de aquella isla, tanto que me da hasta pena hablar de ella.
Siargao se encuentra en el sur de Filipinas, junto a la grandísima isla de Mindanao. Hasta hace unos años solo era conocida en el mundo del surf, ya que ahí se puede encontrar una de las olas más conocidas del mundo, la Cloud 9.
Meca para los surfistas, Siargao conserva toda su esencia y apenas está explotada, así que cuando llegas encuentras paisajes que te dejan sin respiración. Mares de palmeras antes de llegar a un mar turquesa, las que son para mí las mejoras playas de Filipinas y rincones llenos de encanto como las piscinas naturales de Magpupungko le esperan al que se atreva a hacer el largo viaje hasta Siargao.
No solo eso, la hospitalidad filipina y las miles de sonrisas que recibirás en tu recorrido por sus carreteras harán que te plantees si esta isla es tu verdadero lugar en el mundo.
Claudia Rodríguez – Solo Ida
27.- Cameron Highlands, Malasia
Mucha gente que pasa por Malasia cree que lo único que hay para visitar es Kuala Lumpur, hace una parada breve allá, o disfruta de las playas del lado este de la península, como las Perenthians.
Pero después de recorrer por un mes este país puedo decir que tiene mucho, muchísimo más. Y Cameron Highlands, a 3 horas de la capital, es uno de esos lugares que agradeces haber conocido. Si bien tu paseo por este natural y verde lugar puede ser sólo de un par de días, créeme que lo disfrutarás al máximo.
Sin duda, el plan más divertido es ir muy tempranito a hacer uno de los tantos trekkings que tienen, meterte en la profundidad de la selva con un grupo de amigos y disfrutar de la adrenalina. Después, puedes continuar recogiendo tus propias fresas en unos strawberry fields, donde luego, los mismos que tú recogiste con bastante emoción; podrás disfrutarlos en zumo, postre o así al natural. ¡Deliciosos!
Y para terminar el plan: Plantaciones de té. Cameron Highlands es justamente conocido por tener de las mejores plantaciones de té, no solo de Malasia sino también del mundo, y lo podrás comprobar cuando estés allí. Sin duda, un lugar que siempre recomiendo para desconectar un par de días.
Analucía Rodríguez – Viajar Para Vivir
28.- Parque Nacional Tanjun Puting, Borneo, Indonesia
Es muy difícil elegir en un continente tan lleno de rincones maravillosos como es Asia un único lugar como el que más nos haya sorprendido. Pero si hablamos de impacto a todos los niveles y nos aprietas en los dedos de los pies para que sólo te demos un nombre diremos el Parque Nacional de Tanjun Puting en la selva de Borneo (Indonesia).
Puede que tenga mucho que ver con que los dos somos «niños de ciudad» y que en nuestra infancia el mayor contacto que hemos tenido con los animales haya sido con los patos de los parques públicos o en alguna granja. El caso es que tener la posibilidad de ver orangutanes en libertad en medio de esa selva, aderezado con las historias de espíritus que versan sobre ella para nosotros fue increíble.
Para llegar hasta ellos hay que adentrarse en el Parque Nacional a través de un río negro que parece un espejo y da mucho juego para hacer fotos y en el mismo barco se come y se duerme bajo una mosquitera y entre los sonidos de la selva.
Uno de esos momentos en los que realmente asumimos lo pequeños que somos y lo importante que es que cuidemos el planeta.
Lucía y Rubén – Algo que Recordar
29.- Dunas del desierto de Gobi, Mongolia
Día histórico. Cerré los ojos por un instante. Quería ser consiente de lo que estaba por vivir. Respiré profundo y levanté la mirada. Ahí estaban, con sus 300 metros de altura esperando ser subidas.
Llegar a Khongoryn Els, las dunas del desierto de Gobi, no fue fácil. Fue un recorrido largo y cansador pero juro que valió la pena el esfuerzo de cada minuto viajado (llegué viajando a dedo desde la frontera con China, al norte del país).
No hace falta aclarar que desde lo alto se tienen unas vistas impresionantes. Lo que nunca me imaginé es que unas horas después iba a estar caminando por placas de hielo en el mismo desierto en la ciudad de Yoly Am.
Esteban Mazzoncini – Un Viajero Curioso
30.- Kharanaq, Irán
Si un lugar me ha fascinado de los muchos que conozco en Asia, ese lugar es Kharanaq, una pequeña aldea en Irán, a unos 70 Km de Yadz.
Situada en el medio del desierto, todavía posee más de mil casas construidas con barro, estando la mayoría de ellas abandonadas (y algunas en proceso de restauración). No sé si es una de las visitas más imprescindibles, pero al menos para mí fue una de las más increíbles en Irán.
Deambular y saltar de tejado a tejado con las vistas de la montaña en el fondo del paisaje le da a uno la sensación de estar de repente en otra época, o de ser un personaje de alguna película de aventuras. Túneles, escaleras, rincones medio ocultos… Estar en Kharanaq es como estar en un juego tipo Jumanji. Si viajas con niños yo creo que les puede encantar.
Eva Terrón – Una idea, un viaje
31.- Bagan, Myanmar
Eran las 5 am de un día de octubre de 2011 cuando vivimos uno de los momentos más emocionantes de nuestros viajes: solo nosotros dos en el alto de la Shwesandaw Paya, acompañados por los cantos de unos monjes budistas y por los (más desafinados) chillidos de un gallo que nos daba los buenos días.
Delante de nosotros una llanura extensa, casi infinita, atravesada por un río que parecía de plata y cientos de siluetas de pagodas que se levantaban en el horizonte… fue sencillamente mágico 🙂
Rober y Lety – Mochileando por el mundo
32.- Yangshuo, China
Recientemente hemos visitado Yangshuo, en el sur de China, y los paisajes que vimos allí nos dejaron con la boca abierta.
Llegamos al amanecer cuando nos quisimos dar cuenta nos encontramos rodeados por decenas de montañas de formas inverosímiles como nunca habíamos visto en otro lugar del mundo. ¡Parecía un escenario de fantasía! De hecho, ¡son como las montañas donde vivía Son Goku!
Es un lugar perfecto para estar dos o tres días relajado, paseando en bicicleta a orillas del Li-River, o a lomos de una moto eléctrica para ir al pueblo vecino de Xing Ping, donde te podrás hacer una foto en la montaña que aparece en los billetes de 20 Yuanes.
Si vas a China, ni se te ocurra saltarte Yangshuo, merece mucho la pena visitarlo por su autenticidad y su encanto ¡te sorprenderá!
Iván y Erika – Viviendo por el mundo
33.- Isla de Flores, Indonesia
Esta isla de Indonesia es sólo para esos viajeros, que cuando compran un billete de avión, buscan perderse por rincones del mundo llenos de emociones, miedos y suspiros; rincones muy alejados del concepto «comodidad», pero muy cercanos al adjetivo «asombroso».
Transportarte por sus largas carreteras montando en sus truks, camiones llenos de gente, pollos, lechugas, sacos de arroz, en los cuáles los conductores suben el volúmen de la música a tope y detienen la marcha cuando los pasajeros gritan como locos al llegar a su destino…
Montada en algunos de éstos he pasado las noches más surrealistas de mi viaje por Asia, pero sin duda, también he vivido los ratos más inolvidables del mismo.
Volcanes con cráteres de tres colores, arrozales interminables, corales de mil colores, rutas de trekking para gastar la suela de tus botas y las playas más hermosas sólo para ti. Dejar de comunicarte en inglés, para empezar a utilizar el idioma más oficial de la isla, ¡las sonrisas! Infinitos saludos por la calle de innumerables personas que convertirán un simple paseo por las calles de su pueblo, en una de esas tardes que recordarás para siempre.
Mimetizarme con esta isla, es sin duda la locura más inolvidable y especial que hemos hecho hasta ahora mi mochila y yo.
Irene Milián – LeanSelf – Tu Mejora Continua
34.- Fushimi Inari-Taisha, Kyoto, Japón
Asia es un lugar lleno de tesoros, peros si tuviera que quedarme con uno (muy dificil ¡eh!) sería con Fushimi Inari-Taisha. Este santuario sintoísta dedicado al espíritu de Inari lo podrás encontrar en Kyoto, y si tiene algo de especial no es la belleza de su camino de Torii, si no la posibilidad de encontrarte contigo mismo en un remanso de paz.
El santuario es un sendero custodiado cientos de Torii rojos donados por hombres de negocio y adinedaros. Al comienzo de la colina del santuario también te encontrarás con el Santuario Go Honden y la puerta de Sakura, además de muchos puestos de comida para disfrutar el camino espiritual.
Si alguna vez viajas a Japón, sin duda este tiene que ser uno de los puntos claves de la visita.
Regi y Juanra – Imanes de Viaje
35.- Pyongyang, Corea del Norte
El Show de Truman existe y está en Pyongyang, capital de Corea del Norte. El país más hermético del mundo no puede ser recorrido de forma libre por el viajero. Por ello, nos tuvimos que acoplar a un grupo internacional donde nuestros guías nos llevarían solamente donde estuviera permitido.
Uno no sabe si lo que ve es solo parte de un enorme decorado ficticio o es la vida real. Enormes plazas con cuidados e impolutos edificios, grandes arcos del triunfo glorificando el régimen de los Kim, espectáculos circenses que dejan al Circ du Soleil en un mero espectáculo infantil o una visita al Palacio de los Niños donde cientos de ellos, de poco más de cuatro años, tocan al unísono distintos instrumentos con un virtuosismo sin igual.
Una leyenda negra explica, incluso, que las dos estaciones de metro a las que nos llevan (donde nos prohíben mezclarnos con coreanos) son las dos únicas existentes, pese a que el plano del metro habla de una quincena de ellas. ¿Pero es esta Corea del Norte la real?
Nuestros guías hablan de un pueblo libre con tiendas abastecidas, bares, karaokes, boleras, pistas de patinaje, parques de atracciones y acuáticos donde los coreanos pasan el fin de semana en el paraíso comunista. Sin embargo, no se nos permite la entrada a ellos y, ni tan solo, salir de nuestro hotel (aislado en una isla en medio del río) más allá de las 9 de la noche.
Jordi Martínez – Mil Viatges
36.- Monkey Island, Halong Bay, Vietnam
Si bien Halong Bay es un lugar muy conocido y turístico en Vietnam y a pesar de que ha sido mil veces fotografiado, no ha perdido su encanto ni su magia.
Navegar por este archipiélago de 2000 islotes en uno de sus barcos de vela tradicionales y pasar una noche bajo este mar de estrellas es una de esas sensaciones que un viajero tiene que experimentar una vez en la vida.
Y si a pesar de lo maravilloso del lugar le parece todavía muy turístico hay islas habitadas como Monkey Island u otras más vírgenes donde poder pasar unos días y sentirse por un momento como un auténtico Robinson Crusoe, pescando, cocinando y viviendo de lo que la naturaleza (o los pescadores locales) te ofrecen.
Eso sí, que no se te olvide apalabrar un barco que te recoja y lleve de vuelta a tierra firme o lo idílico puede convertirse en pesadilla…
Rafa y Noelia – Un Millón de Elefantes
37.- Dhaka, Bangladesh
Entraba en Dhaka, la capital de uno de los países más densamente poblados del mundo: Bangladesh. Más de quince millones de personas viven en una ciudad con un sistema de transporte publico ineficiente, donde el medio de transporte más común es la bicicleta en cualquiera de sus formas mas variadas.
Era agradable encontrarse en un atasco rodeado de rickshaws (taxi-bicicleta) ya que el ruido de los motores de los coche era sustituido por las campanillas de las bicicletas que avisaban su presencia.
Javier de la Varga – Bicicleting
38.- Kioto, Japón
Es difícil elegir un lugar que más me haya impactado de todo un continente, cada uno de los lugares en los que estuve guardan un lugar especial en mí, sin embargo si tuviera que elegir creo que elegiría Kioto en Japón.
De todas las ciudades que he visitado hay pocas en las que me hubiera gustado vivir más de un mes y en esa corta lista Kioto está en los primeros lugares. Es una ciudad pequeña pero con un encanto único donde se puede vivir más la mezcla de la modernidad y la tradición de Japón.
Un lugar apacible, lleno de templos por doquier, barrios tradicionales, edificios modernos y sobretodo restaurantes espectaculares.
Quizás haya lugares más espectaculares e impresionantes en Asia pero Kioto tiene todo lo que necesitas para disfrutar Japón.
Alejandro N. – Mi Viaje por el Mundo
39.- Bukit Lawang, Sumatra, Indonesia
Indonesia es conocida por lugares como las cristalinas aguas de Bali, la fascinante isla de Komodo o el imponente templo de Borobudur. A mí, sin embargo, me robó el corazón un trozo de selva situado justo al lado del pequeño pueblo de Bukit Lawang. Ahí pude vivir una de esas experiencias que te quedan grabadas para siempre. Un inolvidable trekking con orangutanes en libertad.
Esta caminata de más de 6 horas te lleva a atravesar un rincón de esta inmensa selva hasta llegar al campamento base río arriba. Cabía la posibilidad de no ver ningún orangután ya que es imposible saber dónde están en cada momento, pero tuve la inmensa suerte de vivir un encuentro tras otro.
De repente unas ramas se agitan en lo alto de un árbol y un enorme animal de pelo rojizo baja hasta colocarse a tan solo un par de metros de ti. El corazón te late a mil por hora e intentas capturar con tu cámara ese momento mientras te debates entre “Es escandalosamente hermoso” y “Si se acerca un palmo más…¡corre!”.
Al llegar ya a la parte final junto al río donde íbamos a pasar la noche un orangután con su cría en brazos a se colocó a nuestro lado y, con mucho respeto, me atreví a tocarlo. He de confesarlo: Desde aquel encuentro en Bukit Lawang estoy enamorado de estos animales de mirada limpia.
Jairo GQ – Mochila Nómada
40.- Isla de Bantayan, Filipinas
Es difícil elegir un solo lugar en Asia. Como actualmente estoy recorriendo Filipinas voy a elegir mi isla favorita de este país Bantayan Island. Con esta isla de las Visayas, tuve amor a primera vista. Su arena blanca, sus aguas turquesas, sus palmeras y su gente tuvieron gran culpa de ello.
La isla de Bantayan es una isla tranquila, situada al norte de la Isla de Cebu. Fue la primera isla que pisé en Filipinas y no pude tener mejor recibimiento. La amabilidad de su gente hizo que me sintiera como en casa, sus niños me hicieron jugar y reír, su paz y su poco turismo me hicieron plantearme cómo sería quedarme a vivir allí.
Si alguien me preguntara por un lugar idílico de playa, para relajarse, descansar y disfrutar de la vida local e Isleña en Asia, sin lugar a dudas recomendaría la Isla de Bantayan.
Tamara y Fran – Mochiadictos
41.- Bosques de bambú de Arashiyama, Japón
Situado al sur de la ciudad de Kyoto, se encuentra un esplendoroso bosque con más de 50 variedades de bambús de más de 15 metros de altura que en su conjunto ofrecen una estampa única.
La brisa suave que pasa entre las hojas origina un murmullo cuyo sonido ha sido declarado por el Gobierno Japonés como uno de los 100 sonidos a preservar de Japón.
Los rayos de sol que se filtran a través de sus ramas de un color verde pálido le dan un toque de misticismo al lugar y se presta a sacar fotos únicas que recordarás toda tu vida.
Javi y Rox – Tiempo de Aventuras
[ACTUALIZADO]
41+1.- Nepal, el balcón desde donde contemplar el mundo
Cuando uno cree que lo ha visto todo en cuanto a naturaleza, llega Nepal y te rinde a sus pies. Supuestamente te encuentras muy cerca del techo del mundo pero te sientes diminutamente insignificante ante tal imponente espectáculo montañoso que parece tocar el cielo.
Pero no sólo son las cumbres lo que hace de Nepal un país entrañable. Desde el caos insufrible y agotador de Katmandú hasta la quietud verde de sus paisajes más rurales pasando por la calidez de las llanuras del sur y sus templos con ojos y nariz con cabellos llenos de banderas.
Esa curiosa mezcla de etnias junto a las eternas sonrisas amables de sus habitantes, forma un conjunto que embriaga al viajero y éste, sin dificultad alguna, se siente invitado a dejarse llevar por el compás de un reloj inexistente donde la vida acontece a otro ritmo.
Sandra y Javi – Viajeros Reverdes
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¿Cuál de estos lugares es tu favorito? ¿Tienes algún otro que te gustaría incluir? ¡Cuéntamelo en los comentarios!