Si en el artículo anterior conociste la historia de Juan Carlos (y como la herramienta de la consciencia le cambió la vida), en este artículo quiero contarte mi experiencia con la meditación Vipassana.
En el mes de abril de este 2017 me aceptaron en un curso de 10 días de meditación Vipassana en Guatemala.
Aunque me quedaba lejos (estaba a unos 1000 kilómetros de distancia), decidí ir porque tenía muchas ganas de experimentar esta técnica de meditación.
De hecho, algunos amigos que habían hecho cursos me la recomendaron.
Como fueron varios los aprendizajes y lecciones que me llevé, quiero compartir mi experiencia contigo por si te sirve para animarte a ir a un curso, o a empezar a meditar (o continuar con tu práctica).
Lejos de lo que algunos piensan, la meditación no requiere que formes parte de una religión o que seas una persona espiritual.
De hecho, en este caso es una enseñanza laica, porque es la misma que utilizó el Buda, que no era una persona religiosa aunque luego se crearan corrientes religiosas entorno a él.
Como verás la técnica no tiene mucho misterio, aunque llevarla a la práctica es otra cosa.
Pero empecemos por el principio (si no quieres leer, puedes ver el vídeo):
¿Qué es Vipassana?
Vipassana es un palabra del idioma Pali que significa “ver las cosas tal y como son”.
Se trata de una de las técnicas de meditación más antiguas de la India, y es que hace 2500 años el Buda, o Siddharta Gautama, la rescató de maestros de sabiduría antiguos y, después de muchos años de práctica, alcanzó la iluminación.
Aunque en mi opinión todos estamos iluminados (pero pocos somos conscientes de ello), en el curso te hablan de que el objetivo de la técnica es liberarte del sufrimiento y alcanzar la iluminación total.
Desde la época del Buda y hasta hace pocas décadas se fue transmitiendo de forma oral, de maestro a discípulo.
Hasta que un hombre de negocios birmano, que se llamaba S. N. Goenka, enseñó la técnica a personas de Occidente a partir de finales de 1980. Poco a pocosus enseñanzas comenzaron a divulgarse y extenderse con centros de meditación Vipassana por los 5 continentes.
Si hay algo interesante de esos centros es que funcionan a través de donaciones.
Para no extenderme mucho, Goenka hizo un curso con el que se convertiría en su maestro para solucionar sus migrañas (unos dolores que no solucionó con medicina occidental).
Como vio de primera mano los efectos positivos de la práctica, se pasó años aprendiendo y enseñando con su maestro hasta que empezó a propagarla por occidente.
De hecho, el famoso «Mindfulness» es una versión de Jon Kabbat-Zinn adaptada del Vipassana.
El Vipassana se basa en el Dhamma, o purificación de la mente a través de la autoobservación (o autoindagación). Es una técnica sencilla, porque lo único que debes hacer es sentarte y meditar, de forma que puedas observar tus pensamientos y las sensaciones, que tanto unos como otras son impermanentes, igual que nuestro cuerpo.
¿Cómo es el curso?
Los tres primeros días del curso se practica Anapana, una técnica con la que lo único que haces es poner el foco en el aire que pasa por el triángulo que forman las fosas nasales y la nariz.
Es una preparación para la Vipassana, en la que cada día vas poco a poco haciendo más pequeño el triángulo.
A partir del 4º y hasta el día 10 empiezas a practicar Vipassana, que requiere de varias horas al día meditando sin moverte y consiste en observar las sensaciones de todo tu cuerpo pasando punto por punto de cabeza a pies.
Aunque la clave no es sólo observar, sino también desapegarte de esas sensaciones que hay en tu cuerpo o en tu mente (agradables o desagradables), para lo que se requiere práctica.
Aquí tienes el horario del curso sacado de su web:
4:00 a.m. | Llamada | |
4:30-6:30 a.m. | Meditación en la sala o en la habitación | |
6:30-8:00 a.m. | Desayuno y descanso | |
8:00-9:00 a.m. | Meditación en grupo en la sala | |
9:00-11:00 a.m. | Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor | |
11:00-12:00 a.m. | Comida | |
12 a.m.-1:00 p.m. | Descanso y entrevistas con el profesor | |
1:00-2:30 p.m. | Meditación en la sala o en la habitación | |
2:30-3:30 p.m. | Meditación en grupo en la sala | |
3:30-5:00 p.m. | Meditación en la sala o en la habitación según las instrucciones del profesor | |
5:00-6:00 p.m. | Merienda y descanso | |
6:00-7:00 p.m. | Meditación en grupo en la sala | |
7:00-8:15 p.m. | Charla del maestro en la sala | |
8:15-9:00 p.m. | Meditación en grupo en la sala | |
9:00-9:30 p.m. | Preguntas en la Sala | |
9:30 p.m. | Acostarse. Se apagan las luces |
Te levantas a las 4 de la mañana y te acuestas a las 9-9:30h., y en total, son unas 10 horas de meditación diarias.
No está permitido hablar, ni escribir, ni leer, ni siquiera el contacto visual. Aunque al mediodía sí puedes hacerle preguntas al profesor, si tienes dudas o algún problema puntual.
El silencio y sobretodo la meditación son los elementos más difíciles, aunque al tener la oportunidad de «aguantarte» y estar en paz contigo mismo, la recompensa es gratificante.
Mi experiencia, reflexiones y aprendizajes
Para mí, los 1os días fueron duros e intensos. Mis caderas, aunque en los últimos meses se han abierto un poco, siguen siendo bastante rígidas, por lo que estando en el suelo necesitaba moverme todo el rato.
En el tercer día llegó un momento en el que trascendí el dolor varias veces durante las meditaciones y hasta sentía placer porque dejó de afectarme, sólo lo observaba.
El problema es que luego no podía moverme durante un buen rato y, cuando volvía la circulación a mis piernas, empezaba a sentir un dolor muy intenso.
Me estaba jugando lesionarme las rodillas y los tobillos, así que le pedí al profesor una silla para continuar el 4º día.
A partir de entonces, aunque en varios momentos conecté con sensaciones desagradables, las dejaba ir y los últimos días sentía el flujo libre de energía recorriendo mi cuerpo.
De todas formas, si hay algo que te enseñan en el curso es a desapegarte tanto de las sensaciones desagradables, como de las agradables (aunque no es fácil).
Salí bastante satisfecho porque los primeros días estaba bastante escéptico con el tema, y al final acabé contento por haberlo acabado y con algunos aprendizajes:
- Presencia
- Aceptación
Las dos están relacionadas, ya que vivir el presente significa estar leyendo estás líneas mientras las lees, no mientras piensas en otra cosa. ¿Lo estás haciendo? 😉
Por otro lado, aceptar quiere decir que, si te ocurre eso y te distraes, al darte cuenta estás aceptando que eso ha sucedido y puedes volver al presente.
Dicho así suena fácil, pero el piloto automático está bastante arraigado, ¿eh?
Conclusión
Desde mi propia experiencia, la técnica Vipassana es sencilla pero potente para entrenar la consciencia.
Por lo tanto, si estás pensando en empezar a meditar por tu cuenta (o seguir con tu práctica), este curso puede darte motivos y herramientas más que suficientes para que luego puedas practicar por ti mismo.
El despertar de la consciencia es un viaje lento y quizá tedioso, si bien pueden haber atajos como la respiración holotrópica o las sustancias psicodélicas (de ahí la psicología transpersonal, aunque de eso hablaré en otro artículo/vídeo).
De todas formas, siempre puedes decidir desde dónde vives el momento presente.
¿Te pasas la mayor parte del día quejándote de lo que te rodea y autosaboteándote?
¿O quizá te estás dando cuenta de ese diálogo interno y eres más compasivo y con tu entorno?
El primer paso es darse cuenta, y a partir de ahí poco a poco vas adquirir esa consciencia plena de todos tus actos para asumir la responsabilidad de tu propia vida y tus circunstancias.
Tranquilo, todos estamos en el mismo barco remando en ese sentido.
¿Conocías la técnica Vipassana o la acabas de descubrir? ¿Asististe ya a algún curso?
Cuéntamelo en los comentarios 🙂
Hola Edu,
Muchas gracias por el artículo.
Yo hice un retiro de silencio en Mazunte el de Hridaya y la verdad que me encantó, un poco más ligero que el Vipassana porque meditas como 8 horas y el resto del día puedes hacer yoga, pasear y moverte un poco, además empezábamos solo a las 6. Pero yo me las ingenié para enamorarme de una chica en el retiro jajaja.
No tengo muy claro como de bueno es hacer un Vipassana para alguien que no ha hecho nunca meditación, para mi es como hacer un maratón para alguien que no ha corrido nunca, pero bueno es cuestión de probar.
Algún día haré un Vipassana pero de momento prefiero el yoga y el tantra, más entretenido 🙂
saludos
Hola Fran,
Creo que los retiros de silencio van bien para la gente que no puede parar, yo en mi caso el silencio es mi refugio así que en ese sentido no me costó tanto (sí las horas de meditación).
Fíjate que cuando estuve en Mazunte me pasé por Hridaya justo cuando hacían un retiro de silencio, así que no pude hablar con nadie jajaj 🙂
Creo que el Vipassana de 10 días no es tanto como una maratón, quizá sí es más como un carrera de 10k (también requiere entrenamiento pero no tanto). Los cursos de 20, 30 y 45 días sí son para gente MUY experimentada con la técnica.
Sí, el yoga es más entretenido y el tantra no tengo ni idea jajaj, aunque cuando fui a tu taller en Barcelona despertó mucho interés en mí.
Un abrazo crack y gracias a ti por tu comentario.
Hola Edu, muchas gracias por compartir tu experiencia con la meditación Vipassana, ya sabes que estaba esperando tu post con mucha curiosidad.
Efectivamente tiene que ser muy difícil adaptar el cuerpo y la mente a un estado de relajación y «vacío», cuando desde que nacemos estamos acostumbrados a hacer justo lo contrario.
Me alegro que hayas conseguido ese estado en el que sólo existe el presente, nuestra mente siempre se dispara hacia el pasado y el futuro y es fácil no darse cuenta de que estamos viviendo el ahora.
Como todo viaje que se precie, hay que saber superar las dificultades para llegar al destino deseado.
Gracias de nuevo por compartir esta experiencia tan personal, ya te contaré cómo me irá a mi cuando pase por ello.
¡Mucho ánimo con tus viajes, descubrimientos y aprendizajes!
¡Un fuerte abrazo!
Luis
Hola Luis,
Es inevitable caer en la trampa de la mente y los viejos patrones de vez en cuando, incluso cuando parece que lo tenemos todo «bajo control».
De todas formas, para eso está la consciencia, ¿no? 🙂
Creo que darse cuenta es el paso más importante hagas lo que hagas, te sientas como te sientas, ya que te permite decidir qué hacer con esa sensación.
En realidad podría haber hecho un vídeo y un artículo mucho más largo porque es un tema que me apasiona, pero tampoco quería escribir la Biblia en verso jajaj.
Disfruta de ese viaje a Sri Lanka y/o la India, allí la energía es perfecta para hacer cursos y retiros 🙂
Un abrazo enorme Luis y gracias por tu comentario!!
Hola Edu!
Excelente entrada!
Yo hice un retiro de meditación Vipassana en el Wat Umong en Chiang Mai y fue una de las mejores experiencias que tuve durante mi paso por Asia. Creo que todos deberíamos practicar esta técnica en nuestra vida diaria 🙂
Sería excelente si pudieras dar algunos consejos para aquellos que quieren realizar esta practica en su día a día de manera disciplinada ya que a veces se tiende a dejar de hacerlo y con ello se va perdiendo el hábito y la disciplina.
Un abrazo!
Hola Tshamany,
Suena genial el lugar que comentas en Chiang Mai! Doy fe de que es un lugar espectacular para hacer un Vipassana.
Tomo nota para el tema de entrenar la mente a meditar cada día.
Fíjate que en mi opinión no es fundamental meditar, pero viendo los resultados que está teniendo en mi vida (y en la vida de amigos y conocidos), también creo que es una herramienta muy poderosa para tener paz y claridad mental.
Un abrazo enorme!
Gracias por compartir tu experiencia Edu, la verdad es que un retiro espiritual (de fin de semana, en mi caso) es algo que tengo en mi lista de cosas que hacer antes de morir porque creo que puede ayudar a mejorar la consciencia.
Y, sobre todo, el auto-conocimiento.
Una habilidad clave para ver las cosas con mayor perspectiva, más humildad y sabiendo que lo importante es centrarnos en lo que nos apasiona y en las fortalezas que tenemos.
Porque normalmente si nos apasiona le dedicaremos tiempo.
Y si le dedicamos tiempo será una de nuestras fortalezas.
De ahí que, irónicamente, lo que nos apasiona se convierta CON EL TIEMPO en una de nuestras fortalezas.
Un fuerte abrazo,
Pablo
Hola Pablo!
Aunque no recomiendan ir si tienes algún problema de salud física o mental grave, hay muchas personas que van a estos cursos o retiros para sanar heridas emocionales.
¿Lo consiguen? Sí, porque se dan tiempo y espacio para mirar en su interior e ir a la raíz de su sufrimiento.
Como dices, es una buena oportunidad para conocerte a ti mismo.
Además, añadiría a lo que dices que además de ayudarte a potenciar tus fortalezas, también te ayuda a hacer conscientes tus miedos e inseguridades para que los abraces.
Da igual que cambies de trabajo, que emprendas tu propio proyecto o que te vayas a viajar por el mundo, porque tendrás que volver a ti.
Un abrazo y gracias por tu comentario Pablo!
PD: ya me contarás qué tal la experiencia cuando la vivas 🙂
Hola Edu!
Es la primera vez que escribo por aquí pero te llevo siguiendo un tiempo!
Resulta que yo también hice un Vipassana en Malasia hace un par de meses, aprovechando un viaje por Asia.
Para ser breve, el Vipassana me salvó el viaje y el viaje me ha cambiado la vida. Tal cual.
Es cierto que es duro; es un desafío fisico y mental como pocos. En mi caso, muchas veces lo asociaba a una carrera de mediofondo en la que hay que correr hasta el final; cada instante cuenta. Y el dolor por supuesto estuvo ahí durante los 10 días, si bien es cierto que ahora puedo sentarme de ese modo tan poco habitual en occidente.
Iba buscando una técnica para concentrarme más y lo que me llevé es un cambio de vida. No solo a nivel de consciencia, también de hábitos saludables( no más alcohol, dieta vegetariana, integración del yoga en hábitos de ejercicio,control postural, mejoras a nivel social y sexual,…)
Enfin,¡ de las mejores decisiones de mi vida! Quien tenga la oportunidad, que no dude. Un último consejo: Seguid al pie de la letra las instrucciones( breves y sencillas) que te dan. No hacer más de lo que te piden.
Un saludo!
Hola Rodrigo!
Cómo me alegro de que la experiencia te ayudara a cambiar 🙂
Sí, es un desafío físico y mental como la copa de un pino, pero al final hay que hacer consciente ese dolor (emocional o físico) para sentirlo. Esa es la única manera de transcenderlo y por eso el Vipassana puede ser tan potente.
Buena metáfora la de la carrera de mediofondo, yo también lo veo así.
Que sea una experiencia positiva, negativa o neutra depende mucho de la persona, ya que hay quien después del retiro no vuelve a meditar más y no nota mejoras jajaj.
En tu caso veo que la experiencia fue un punto de inflexión.
Suscribo tus palabras: al que lea esto y esté pensando en ir, a seguir las instrucciones a rajatabla.
Un abrazo y gracias por tu comentario Rodrigo!
Hola Edu!
Desde luego que es una experiencia muy reveladora sobre nosotros mismos y el funcionamiento de la vida.
¡Casi imprescindible para los que nos dedicamos al crecimiento personal! Creo que ayuda a poder ayudar mucho mejor.
Así que me alegro mucho de tu experiencia y nada, un saludo y… ¡que la rueda gire! 🙂
Yaiza Leal
Hola Yaiza,
Gracias por tu comentario. Así es, debería ser un «must», aunque no sólo para los que nos dedicamos a esto, sino para cualquiera que tenga un poco de curiosidad sobre la mente 🙂
A mí sobretodo me sirvió para «entenderme» mejor, algo clave para vivir en paz.
Un abrazo y enhorabuena por tu web!
Estoy de acuerdo contigo Edu. ¡Muchas gracias! 🙂
Un abrazo.
Hola! Hace unos años hice un retiro de 10 dias de vipassana, pero con el tiempo he dejado de practicar. Mi duda es: durante el día, a dónde debemos prestar atención, a la respiración, al aire que entra y que sale o a las vibraciones del cuerpo?
Gracias
Hola Ana,
Según la meditación Vipassana, durante el día creo que hay que prestar atención primero de todo al aire que entra y sale.
Las vibraciones es algo sutil que uno va siendo capaz de percibir con la práctica. Puede salirte de forma natural, o no.
Espero que te sirva! Un abrazo.